Título de liga es fácil acordarse de la del triple de Marce.
Título de Copa tampoco es tan difícil recordar las dos finales consecutivas de Copa que ganó el Barça, la de la falta sobre Taylor, y la del tapón de Randolph, todas aquellas personas que estuvieron un año dando por culo con el campo atrás de Llull ante Andorra (yo estuve en la Copa del Rey del año siguiente en Gran Canaria y se seguía cantando) y con razón, se quedaron mudas de repente durante dos años consecutivos.