Todos se pusieron en círculo y en el centro los dos contendientes preparados para el combate. Fue una dura e intensa pelea, pero con un handicap para Campas. Mientras el jefe de los bandidos luchaba con una espada, el bueno de Campas tenía que defenderse sin armas. Pese a su destreza en el combate, poco a poco, iba encajando golpes y pequeños cortes que le iba mermando las fuerzas. De nuevo todo parecía perdido. Monty pensaba que vaya idea más brillante había tenido el enando, dejarse matar a las primeras de cambio, Pardo se mordia los labios por no poder ayudar a su hermano y los hoBBits estaban más preocupados pensando en que su camino había llegado a su fin. En ese momento un mal paso de Campas, unido al cansancio y a las heridas hizo que se cayese al suelo con estrepito. Estaba a merced de Ed. Este levantó la espada. Sólo quedaba rematar la faena. Sin embargo en el mismo momento en que iba a empezar el movimiento descendente de la espada sintió como algo le atravesaba. Miró hacia abajo y lo último que pudo ver antes de caer muerto es una punta de flecha que le salía por el pecho. En ese momento y ante el desconcierto de los canadienses, de entre los matorrales salieron cuatro sombras, una de las cuales proyectó una luz cegadora que impidió a todos ver lo que pasaba.
Tras unos breves instantes, la luz desapareció. La escena que pudieron comprobar Nuno y sus compañeros fue la siguiente. Tres hombres, que no conocían espada en mano, rodeados de los cadáveres de los bandidos y otra figura que Nuno reconoció de inmediato.
"Zuya viejo amigo", gritó.
"Creo que hemos llegado justo a tiempo", dijo el viejo mago.
Sin embargo, todas las miradas se volvieron al estado de Campas tras el duro combate. Pardo fue el primero en acercarse y al agarrar a su hermano, este abrió el ojo y sonriendo dijo:
"De esta no te libras de mi".
Un sentimiento, unos colores, una pasión: CHORIMA BASKET