Las continuas lesiones desmedraron el equipo y el calendario, y las últimas jornadas se hizo necesario abusar de los minutos para cubrir esas lagunas siniestras. Las formas cayeron y debimos resignar el duelo ante Centuriones. Contra Assasins jugamos sin resistencia ni jerarquía y frente a tu escuadra, por liga, no teníamos asidero en la forma y con otra lesión a cuestas, la derrota nos apuñaló la ilusión.
Con tal expediente, creí que en Copa tu equipo nos avasallaría sin piedad, pero grata sorpresa comprobar que mis pupilos no dieron tregua y estuvieron a tiro de piedra de matricularse en la final. Volvimos a trastabillar en semifinales, pero en esta ocasión no registramos la impotencia de ediciones previas, porque aquí sí tuvimos la contundencia y el rigor de un finalista. No fuimos ayudados por el sorteo azaroso, puesto que debimos medirnos contra rivales de calibre, y llegamos a la Semifinal protagonizando lo que bien catalogaste como una final anticipada.
Irónico el entrenamiento de la semana, pues ahora que ya no disputamos Copa, mis pupilos, todos juntos, alcanzan la máxima forma. Tendremos que aprovechar la coyuntura para remontar en Liga y aferrarnos a ese segundo lugar.