Aplastante victoria, 99 56, ante uno de los rivales más duros del oeste. Nunca pensamos que el partido pudiera darse así, los muchachos salieron a comérselos crudos, y se logró. El coach rotó con maestría el banco y consiguió dejarnos segundos solos. Fuimos superiores en prácticamente todos los aspectos del juego, y la hinchada que colmó las tribunas del nuevo gran coso del sur renovaron su esperanza de ver a su cuadrito llegar a cosas cada vez más grandes.