No acostumbro entrenar forma. Sería un despilfarro, considerando lo que se invierte en entrenador cada semana. Me favoreció el tiempo suplementario de los Cuartos, pues mis pupilos adornaron sus minutos y la víspera experimentaron un incremento inusitado de forma. Sin embargo, la ausencia de mi base nos limita a esfuerzos de ahogado. De visita y ante el vigente campeón de Conferencia dudo que podamos indemnes. Aún así, haber remado tan lejos, tanto en Liga como en Copa, con ese granizo insistentes de lesiones y formas caídas a lo largo de la temporada, tiene su mérito.
Quizá tropecemos esta tarde, pero los trofeos se avecinan.