Viernes 11 de Enero de 2013, 19:04
Lugar: Sala de Videoconferencias de mi casa (instalada por cortesía de la FEBB)
El seleccionador ha convocado temprano (para la hora que suele, según dice por asegurar que todos dispongamos de los datos del entrenamiento y de las formas…) ya que el partido es muy importante: el lunes jugamos contra los campeones del mundo.
La convocatoria es hasta las 23:45.
A las 19:06 desaparece el negro de los bordes de la pantalla… espera no, que la oscuridad central es la cabeza de Clares. A pesar de que la calidad no es óptima, en la imagen se percibe la tensión en su rostro y la preocupación.
Empieza con su elaborado discurso de motivación del staff… algo así como: “¿estáis todos?”.
Mi afirmación se confunde con los síes de mis compañeros y un “no estoy seguro” proferido por Slevin.
El seleccionador se acerca a la pizarra que siempre se ve en la pantalla y que nunca tiene nada, pero en esta ocasión hay un sinfín de combinaciones y de líneas que van, vienen, se cruzan y desaparecen entre otras de comportamiento similar.
Nos indica que tenemos todo el fin de semana y parte del lunes para tomar la decisión final y que nos tomemos con calma el debate, pero que como punto de partida propone la alineación del cuadrante B-8 de la pizarra (el encerado cobra un sentido inexistente hasta ese momento) y un clásico Mirar Adentro con defensa Individual y Normal de entusiasmo, y nos pide por favor que nos respetemos el turno en el debate y que Jorking apague el micro o que ronque más bajo.
En ese momento, traga saliva, y llega al momento que se ve lleva temiendo varias horas, el cual lo supera diciendo: “Bien, empecemos, que cada uno de su opinión (y que Dios nos pille confesados)”
Un incómodo silencio se apodera de la transmisión (Clares, sin disimulo, se rasca las nalgas).
Pasado un minuto, pregunta, soltando un gallo muy desagradable: “¿estáis ahí?”
Nunca una afirmación grupal dejó tanto margen a la duda…
“¿Y estáis todos de acuerdo?”.
Mi afirmación vuelve a confundirse con los síes de mis compañeros (incluido Slevin).
En ese momento, se abre la puerta de la Sala de Videoconferencias de mi casa (instalada por cortesía de la FEBB, que quede claro) y entra mi hija de 4 años que dice “Pis”.
De pronto, el clamor de todas las voces que hacía unos segundos asentían ante las preguntas de un seleccionador que se ha acercado sorprendentemente rápido a la cámara (y hace unos gestos que deben indicar que rascándose las nalgas no ha sentido el alivio esperado) se mezclan en la siguiente frase, cortésmente enfática en la que se denota el cariño que se profesa este staff: "¿PIC? ¿pero tú eres tontopollas o qué?"
Last edited by Tatamka at 1/14/2013 4:43:42 PM