Salvando las distancias, estoy al años luz de tu equipo.
No estoy de acuerdo contigo, creo que eres un buen hombre que puedes ser aun mejor en persona pero no es de esto de lo que vamos hablar aquí por que me gusta el buen rollito que está habiendo.
Todos los managers tienen sus equipos, no creo que ninguno sea mejor que otro, cuando todos llegamos a un partido con condiciones distintas, handicap particulares, pero queda demostrado que todos podemos perder muchos partidos, o si no que se lo digan lo que consiguió el Alcorcón contra el Madrid. Tener la mejor plantilla no te asegura ser el mejor, ganar todos los partidos, ser invencible aunque sí estar entre los mejores.
Por ejemplo la liga española de futbol está entre las mejores, pero los españoles han estado muchos años sin llegar a unas semifinales hasta los recientes éxitos del Barcelona.
Con esto no quiero quitar méritos a tus éxitos, ni decir que la derrota ha sido injusta pero de ahí a decir que no quedas 22-0 por que no quieres, que no te va a ganar nadie, y que eres el mejor del mundo me parece que hay salvar las distancias por que los mejores también son derrotados cualquier día de estos, siempre algún día te levantas y no llegas como quisieras al partido en las mejores condiciones posibles, lo mismo a tus jugadores les ha entrado "una gastroenteritis" por amenizar este comentario y no llegan en buenas "formas" al siguiente partido, y tu rival va de leches y te gana.
Creo que un buen campeón es el que sabe valorar a sus rivales con los mismos respetos que el genera, y cuando es derrotado sabe asumir sus derrotas y aprender de ellas.
El éxito muchas veces conduce a la fama y la fama a la desgracia.
Una persona no vale por sus éxitos, sino de las veces que se ha levantado de sus fracasos.
En el verdadero éxito, la suerte no tiene nada que ver; la suerte es para los improvisados y aprovechados; y el éxito es el resultado obligado de la constancia, de la responsabilidad, del esfuerzo, de la organización y del equilibrio entre la razón y el corazón.
Eres un buen manager, pero no me gusta nada cuando te pones "egocentrista".
Un abrazo, Ros.