En el amistoso de hoy, el motor me ha jodido toda posibilidad del entrenamiento que tenía previsto para mis interiores, para intentar mejorar ese movimiento ofensivo del que adolece mi equipo en los últimos partidos. ¡Así, no hay manera!
Como consecuencia de la prórroga de mi último partido tenía fácil cuadrar los tiempos para el entrenamiento. Pero, por si acaso, había colocado en la reserva a un AP nuevo que venía con un tiempo jugado de 47 minutos, en la confianza de que, como de costumbre, el motor le hiciera jugar algún minuto porque los otros dos AP iban a alcanzar, con facilidad, el tiempo óptimo para el entreno. Pero....¡mira por dónde!, el motorcito se inventa que se lesione uno de los AP titulares en el primer minuto de juego y el AP suplente, que ya había jugado 42 minutos, ha jugado todo el partido, sin hacer jugar ni un sólo minuto al reserva, jodiéndome el entreno de los tres AP.
Estoy harto de leer en este foro que los jugadores que se colocan en la reserva son susceptibles de entrar a jugar. Y no ha sido así. Estoy seguro que, en alguna otra ocasión, el motorcito me hará justamente lo contrario: echar mano de los reservas cuando tenga suplentes expresamente elegidos y en condiciones de jugar. Y me volverá a joder el entrenamiento. No es la primera vez ni será la última.
¿Tanto cuesta que los responsables del juego aclaren el comportamiento del motor para con los suplentes y reservas? Esa no es una cuestión baladí, ni es una estrategia que haya que aprender para acabar dominando el juego, porque está claro que queda al capricho del motor, sin la menor lógica ni fundamento. Y, como cuestión impredecible, introduce un componente de arbitrariedad que no es de recibo.