Hombre, siempre puede salir mal una estrategia. Ocurre en la vida real, no veo por qué no va a ocurrir en un juego. Pero la lógica, en el basket real, manda que cuando uno gana de pocos puntos a pocos segundos del final, procure agotar la posesión y asegurar el tiro al máximo, o a la espera de la correspondiente personal del oponente. Si sale mal, pues... mala suerte. Lo que sí me cabrea es que, a pocos segundos para el final, se la juegue de triple el que menos alcance de tiro tiene del quinteto en cancha, estando en el banquillo un buen triplista que no ha jugado un solo minuto y que, además, tiene una buena defensa interior y exterior.
No sé si lo hago bien, pero en mis búsquedas en el mercado procuro desechar a jugadores con una resistencia inicial de horrible o inferior. Teniendo la resistencia algo alta es mucho más fácil hacerla bajar un poco para poder subirla en bloque, cuando se necesite. Y para eso hay dos o tres oportunidades idóneas a lo largo de la temporada.