Yo me estoy leyendo: "Las uvas de la ira" de Steinbeck. Un maravillosos libro sobre la migración "obligatoria", de los años de la post-depresión del 29, de las gentes de las tierras del centro y este de EEUU hacia la "tierra prometida" California... Muy muy recomendable, aunque quizás, no para toda clase de lectores... Os transcribo un fragmento, una conversación entre los antíguos dueños de las tierras que tienen que abandonar, porque los nuevos dueños, los bancos, los echan:
No somos nosotros, es el banco. El banco no es como un hombre, el propietario de cincuenta mil acres tampoco es como un hombre: es el monstruo.
Sí, claro, gritaban los arrendatarios, pero es nuestra tierra. Nosotros la medimos y la dividimos. Nosotros nacimos en ella, nos mataron aquí, morimos aquí. Aunque no sea buena sigue siendo nuestra. Esto es lo que la hace nuestra: nacer, trabajar, morir en ella. Esto es lo que da la propiedad, no un papel con números.
Lo sentimos, no somos nosotros, es el monstruo. El banco no es como un hombre.
Sí, pero el banco no está hecho más que de hombres.
No, estás equivocado, estás muy equivocado. El banco es algo más que hombres. Fíjate que todos los hombres del banco detestan lo que el banco hace, pero aún así el banco lo hace. El banco es algo más que hombres. Es el monstruo. Los hombres lo crearon, pero no lo pueden controlar.
Los arrendatarios gritaron:
El abuelo mató indios, Padre mató serpientes, por la tierra. Quizás nosotros podamos matar blancos, que son peores que los indios y las serpientes. Quizás tengamos que matar para conservar la tierra, igual que hicieron Padre y el abuelo.
Y ahora los hombres de los propietarios se encolarizaron.
Os tendréis que ir.
Pero es nuestra, gritaron los arrendatarios. Nosotros...
No, el banco. El monstruo es el propietario. Os tendréis que ir.
Sacaremos nuestras armas, como hizo el abuelo cuando vinieron los indios. ¿Y entonces qué?
Bueno, primero el sheriff, después las tropas. Si intentáis quedaros, estaréis robando, seréis asesinos si matáis para quedaros. El monstruo no está hecho de hombres, pero puede hacer que los hombres hagan lo que él desea.