Después de un tétrico comienzo de 1-7, donde el equipo no encontraba el rumbo, donde no tenía juego interior y era fácilmente vulnerable por los rivales, se logró concretar un par de incorporaciones que no se puede decir que se dio el salto de calidad, pero si se dio el salto de competitividad, y hoy el equipo es competitivo y le pelea de tu a tu a cualquier equipo de la II.1. El próximo paso es sanear economicamente al club y potenciar más aún los pibes.