Nos gusta ir al límite, montar equipos apurando e incluso sobrepasando los ingresos semanales. Disfrutamos de esto intentando competir al máximo en liga, y llevando al equipo lo más lejos posible en copa. Máxima intensidad cada semana, todas las semanas posibles.
Pero los riesgos de llevar el equipo permanentemente al límite son evidentes: no hay lugar a la planificación, a tener un respiro para aliviar la economía del club y acometer mejoras a medio plazo. Además, los movimientos de mercado habitualmente son deficitarios, la suerte no nos suele acompañar en las compra-ventas, por lo que esta vía tampoco se convierte en una tabla de salvación.
Nuestro lema bien podría ser: "ganemos hoy, y ya inventaremos cómo hacerlo mañana". Son los riesgos de ir al límite.
Y hoy empieza uno de esos "mañanas". Plantilla en reconstrucción, escasos fondos, competencia que se prevé del más alto nivel...y necesidad de inventar una vez más, cómo afrontar un corto plazo de lo más delicado para nuestros intereses.
Lejos de asumir una temporada a la baja, buscaremos la manera de ganar suficientes partidos como para mantenernos en la categoría. Somos optimistas: costó mucho llegar hasta aquí, y venderemos cara nuestra piel. El límite de los riesgos llama a nuesta puerta. Tendrá cumplida respuesta.