Pues eso, que con la espectacular temporada que llevaba el equipo, cuartos de final en copa y final de liga, la eliminatoria decisiva para el ascenso tenía que ser contra Doble V. Para unos jugadores que entienden más de "drinking" que de las reglas del deporte que practican, sólo faltaba ponerles delante una marca de güisqui para que se volvieran locos, como auténticas cabras.
El alero Portarena le tiraba el balón al público, se supone que para conseguir el favor del patrocinador local, y el iluminao de la mesa le pone en la estadística que lanzó a canasta 20 veces, pero hombre, si algunas bolas fueron a parar al bar (otro mensaje subliminal del teutón?). Y metió tres porque las palmearon los aficionados de primera fila...
Galán creyó que el animador disfrazado de botella de güisqui gigante, era el presidente de Doble V (no del equipo, sino del preciado alcohol), y le pasó el balón hasta en cuatro ocasiones. ¿Son eso pérdidas de balón? no, son asistencias al muñeco.
En fin, que se acaba un ciclo para esta banda de borrachos, y esperamos construir un nuevo proyecto con jugadores con más y mejores neuronas.